que representa la bien
conocida ley
de Bragg.
Cuando los frentes de onda emergentes
(tras la reflexión) están en
oposición de fase, no se observará
intensidad reflejada, es decir, que no se estará
cumpliendo la ley de Bragg.
Cuando el ángulo de
incidencia de los rayos X no
cumple la
ley de Bragg, los haces emergentes dejan de estar en fase
(línea verde de la derecha), y se anulan
entre sí, por lo que no se observará intensidad
reflejada.
Si tenemos en cuenta
la hipótesis de partida y nos fijamos con
atención en esta última
ecuación, resultará fácil
darnos cuenta de que:
- Los planos
reticulares se comportan como espejos que reflejan la "luz X"
sólo en algunas posiciones dadas por:
θ = arc sen (n . λ / 2 . d)
- Para
unas condiciones experimentales dadas (λ y d)
se obtienen valores discretos del ángulo de
difracción θ que corresponden a los diferentes
valores del número entero n.
- No hay
infinitos órdenes de difracción (sen θ
≤ 1) y su número máximo
depende de las condiciones experimentales (cristal y longitud de onda):
nmax
= 2 . d
/ λ
- La
"geometría" de la difracción (los
ángulos de difracción θ) depende
sólo de la geometría de la red, y no de la
naturaleza de los átomos.